No existen combinaciones fijas, pero algunas pautas simples pueden facilitar la elección de los acabados adecuados.
Por ejemplo, los fregaderos suelen presentar un acabado satinado, obtenido mediante un proceso de cepillado de la superficie. Por esta razón, una combinación naturalmente coherente sería con un grifo que también tenga un acabado satinado, ofreciendo así una armonía visual.
Dicho esto, no es raro ver combinaciones exitosas entre un fregadero satinado y un grifo cromado — un contraste sutil que, en muchos casos, realza ambos elementos.