El acabado PVD (Physical Vapor Deposition) se obtiene a través de un proceso físico, no químico, con una resistencia superior a cualquier otro tratamiento.
Los aceros PVD se caracterizan por su excepcional dureza superficial, resistencia al desgaste y a la abrasión elevada, resistencia a la corrosión, resistencia a los disolventes, resistencia a los detergentes, resistencia a los alimentos de elevada acidez, son inalterables a los rayos UV y tienen un impacto ecológico irrelevante